Casa KIWI
Proyecto: Javier Chulvi, Arquitectura e Interiorismo
Ubicación: Albalat dels Sorells, Valencia
La naturaleza de lo inmaterial habita en esta vivienda convirtiéndose en una experiencia para los sentidos. La vida fluye en una relación interior – exterior completa. Una conexión directa y controlada que permite extender y retraer espacios según los niveles de privacidad. Un juego de volúmenes que se suceden y se alternan consiguiendo un juego constante de sensaciones distintas.
![Jc-Arquitectura-e-Interiorismo_-Kiwi02](https://javierchulvi.com/wp-content/uploads/2023/06/Jc-Arquitectura-e-Interiorismo_-Kiwi02.png)
Dos plantas con opuestas intenciones se enredan entre sí para albergar los diferentes usos. Mientras que en planta baja las vistas bloquean la calle y abren al patio interior, en la planta primera se invierte para abrirse a la calle y cerrarse al patio interior, evitando posibles vistas de los vecinos.
![Jc-Arquitectura-e-Interiorismo_-Kiwi06](https://javierchulvi.com/wp-content/uploads/2023/06/Jc-Arquitectura-e-Interiorismo_-Kiwi06.png)
En la primera crujía, tras la entrada, sitúa en un lateral la escalera de caracol a modo de escultura limpia, blanca y pura iluminada cenitalmente encontrándose en el otro costado el baño. La siguiente crujía corresponde a la zona de día compuesta por salón cocina comedor. Junto a estos espacios cabe destacar un estudio y dormitorio de kiwi, un camaleón que se encuentra separado por un elemento de madera a modo librería que incluye guardado, televisión y una chimenea en ambos costados. Esta franja de mayor altura permite respirar en su interior el exterior gracias a las grandes aberturas al patio posterior y a una rasgadura entre forjados a sur para incluir los rayos de sol del invierno.
![Enscape_2022-09-28-12-49-12](https://javierchulvi.com/wp-content/uploads/2023/06/Enscape_2022-09-28-12-49-12.png)
Naturaleza material en un ambiente cálido gracias a las texturas y colores conseguidos. Al ritmo de las horas, el sol recorre y alimenta los espacios interiores y exteriores repletos de vegetación. Una vivienda de una pureza infinita.