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Reforma Ca la Tia

Reforma Ca la tia

Proyecto: Javier Chulvi, Arquitectura e Interiorismo

Fotografía: Alejandro Gomez

Ubicación: El Puig de Santa Maria, Valencia

Ca la Tia nace del pasado para reinterpretarse en el presente. Con una cultura intrínseca y una sensibilidad profunda, los descendientes de esta casa pretenden concebir en ella su nuevo hogar. El sentimiento propio e innato del pasado ha propiciado un estudio interno e intenso en el que el diálogo temporal ha sido vital. El respeto por el tiempo, esencia vital e importantísima, procura recuperar la esencia de la vivienda.

La sobriedad y la modernidad configuran un nuevo espacio formal concibiendo un ambiente señorial. Una casa está concebida para vivirla en su interior y expandirla a su exterior. La naturaleza del paisaje que se aprecia a través de sus ventanales evoca un paisaje teatral que se disfrutará, sobretodo en las noches de verano.

Estructurando una planta rectangular, ca la tía organiza de una manera muy clara y sencilla el programa. Un volumen de roble central que alberga el baño, distribuye los usos perfectamente organizados. Próximos al acceso se sitúan los usos diarios como son la cocina, salón y comedor, todos ellos ubicados en torno al punto central. La cocina, próxima a la entrada pero no por ello menos privada, se localiza en el este de la casa, conectada y abierta directamente al comedor y al exterior. Estos dos espacios se enlazan y se abren a la terraza con un ritmo estructurado de aperturas. Este espacio es fundamental, considerándose el pulmón de la vivienda. La sensibilidad con la que se ha tratado el entorno permite a la casa nutrirse del paisaje de verdes arboles y monumentos imporantes del entorno.

El salón queda en el lado oeste, separado y privado por la caja de madera, generando una zona reservada e íntima. Las grandes aberturas inundan cada rincón, potenciado por un pavimento brillo que favorece su magnitud. La idea del proyecto fue desde el inicio impulsar la luz natural y provocar así que llegase a todos los rincones.

La reminiscencia de las molduras existentes en la casa antigua se han convertido en un techo perforado que dispone el mobiliario. Al mismo tiempo sirve para proteger la acústica y controlar las conversaciones en reuniones familiares.

Las habitaciones quedan situadas en el fondo de la vivienda, previo al pequeño distribuidor que les sucede, provocando así el aprovechamiento máximo del espacio. Unas habitaciones diseñadas para la ocasión, como en el caso de la del más pequeño de la casa, donde se dibuja la zona de estudio en un ala, unida a la zona juego en la otra ala, unidas mediante una bancada continua, diseñada y ejecutada para la ocasión.

La organización propuesta otorga a la vivienda un caluroso e iluminado bienestar, gracias al ingreso de luz desde el exterior que oxigena un área antes congestionada. Mantener el equilibrio entre lo nuevo y lo viejo fue premisa en las primeras reuniones. El aire y la historia están presentes en todas las decisiones. Materiales nobles y naturales que continua trasmitiendo la esencia primitiva del lugar.